Representando al gobierno brasileño en la reunión del Consejo General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el secretario de Asuntos Económicos y Financieros del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajador Philip Fox-Drummond Gough, criticó el uso de “medidas comerciales unilaterales como instrumento de injerencia en los asuntos internos de otros países”.

Durante el encuentro, realizado en Ginebra entre los días 22 y 23 de julio, se debatieron, por iniciativa de Brasil, temas relacionados con la necesidad de respetar el sistema multilateral de comercio basado en reglas.

“Lamentablemente, en este mismo momento, estamos presenciando un ataque sin precedentes al Sistema Multilateral de Comercio y a la credibilidad de la OMC. Tarifas arbitrarias, anunciadas e implementadas de manera caótica, están interrumpiendo las cadenas de valor globales y corren el riesgo de lanzar a la economía mundial a una espiral de precios altos y estancamiento”, expresó el diplomático brasileño.

Recientemente, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el aumento de tarifas que se aplicará a partir del 1º de agosto sobre productos brasileños y de otros países exportados a Estados Unidos.

En el caso brasileño, Trump ha vinculado la medida a supuestas desventajas comerciales en la relación entre ambos países y, también, a la manera en que el Supremo Tribunal Federal (STF) ha conducido las investigaciones contra el expresidente Jair Bolsonaro.

“Además de las violaciones generalizadas de las reglas del comercio internacional —y aún más preocupante— estamos presenciando un cambio extremadamente peligroso hacia el uso de tarifas como herramienta para intentar interferir en los asuntos internos de terceros países”, argumentó el diplomático brasileño.

Reforma estructural

Ante este preocupante escenario, Brasil volvió a defender que los países redoblen sus esfuerzos en favor de una reforma estructural del sistema multilateral de comercio y de la plena recuperación del papel de la OMC.

“Seguiremos priorizando soluciones negociadas y confiando en buenas relaciones diplomáticas y comerciales. En caso de que las negociaciones fracasen, recurriremos a todos los medios legales disponibles para defender nuestra economía y a nuestro pueblo —y eso incluye el sistema de solución de controversias de la OMC”, añadió.

A continuación, el diplomático brasileño afirmó que la incapacidad de encontrar soluciones promoverá “una espiral negativa de medidas y contramedidas que nos hará más pobres y más distantes de los objetivos de prosperidad y desarrollo sostenible”.

Unión de las economías en desarrollo

Al final, dijo que Brasil está listo para comenzar a trabajar hacia una reforma estructural y amplia de la OMC, y defendió la unión de las economías en desarrollo para enfrentar la situación.

“Las economías en desarrollo, que son las más vulnerables a los actos de coerción comercial, deben unirse en defensa del sistema multilateral de comercio basado en reglas. Las negociaciones basadas en juegos de poder son un atajo peligroso hacia la inestabilidad y la guerra”.