El gobierno brasileño ve con grave preocupación la escalada militar en Oriente Medio y condena “con vehemencia” los ataques militares de Israel y, más recientemente, de Estados Unidos contra instalaciones nucleares, “en violación de la soberanía de Irán y del derecho internacional”, informó en una nota el Ministerio de Relaciones Exteriores el domingo (22).

“Cualquier ataque armado a instalaciones nucleares representa una flagrante transgresión a la Carta de las Naciones Unidas y a las normas del Organismo Internacional de Energía Atómica [OIEA]. Las acciones armadas contra instalaciones nucleares representan una grave amenaza para la vida y la salud de poblaciones civiles, al exponerlas al riesgo de contaminación radiactiva y a desastres ambientales a gran escala”, señala la nota.

Según el comunicado, el gobierno brasileño reitera su histórica posición a favor del uso exclusivo de la energía nuclear con fines pacíficos y rechaza “firmemente” cualquier forma de proliferación nuclear, especialmente en regiones marcadas por inestabilidad geopolítica, como Oriente Medio.

Brasil también repudia los ataques recíprocos contra zonas densamente pobladas, que vienen provocando un número creciente de víctimas y daños a infraestructuras civiles, incluidas instalaciones hospitalarias, las cuales están especialmente protegidas por el derecho internacional humanitario, señala el documento.

“Al reiterar su exhortación al ejercicio de la máxima contención por parte de todos los involucrados en el conflicto, Brasil destaca la urgente necesidad de una solución diplomática que ponga fin a este ciclo de violencia y abra una oportunidad para negociaciones de paz. Las consecuencias negativas de la actual escalada militar pueden causar daños irreversibles para la paz y la estabilidad en la región y en el mundo, así como para el régimen de no proliferación y desarme nuclear”, concluye el ministerio.

Conflicto

Acusando a Irán de estar cerca de desarrollar un arma nuclear, Israel lanzó un ataque sorpresa contra el país el pasado día 13, ampliando la guerra en Oriente Medio.

El sábado (21), Estados Unidos atacó tres plantas nucleares iraníes: Fordow, Natanz y Esfahan.

Irán afirma que su programa nuclear tiene únicamente fines pacíficos y que estaba en medio de una negociación con Estados Unidos para establecer acuerdos que garantizaran el cumplimiento del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, del cual es signatario.

Sin embargo, el OIEA venía acusando a Irán de no cumplir todas sus obligaciones, aunque reconoce que no tiene pruebas de que el país esté construyendo una bomba atómica. Irán acusa a la agencia de actuar con “motivaciones políticas” y dirigida por potencias occidentales como EE.UU., Francia y el Reino Unido, que vienen apoyando a Israel en la guerra contra Teherán.

En marzo, el sector de Inteligencia de Estados Unidos afirmó que Irán no estaba construyendo armas nucleares, información que ahora es cuestionada por el mismo presidente Donald Trump.

A pesar de que Israel no acepta que Teherán detenga armas nucleares, diversas fuentes a lo largo de la historia han indicado que el país mantiene un amplio programa nuclear secreto desde la década de 1950. Dicho proyecto habría desarrollado al menos 90 ojivas atómicas.

Crédito arquivo Nacional EBC