En una entrevista después de colocarse una tobillera electrónica, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro describió como una “humillación suprema” las medidas cautelares impuestas por el Supremo Tribunal Federal (STF) en su contra.
Bolsonaro salió de su coche para hablar con los periodistas al salir de la Secretaría de Administración Penitenciaria del Distrito Federal. Afirmó que nunca había pensado en dejar el país ni en refugiarse en una embajada en Brasilia, y añadió que “salir del país es lo más fácil de hacer”.
Al imponer las medidas, el juez del STF Alexandre de Moraes mencionó el riesgo de que el exlíder, a quien se le retiró el pasaporte en febrero de 2024, pudiera huir del país debido al caso de intento de golpe de Estado en su contra.
“La sospecha [de fuga] es una exageración”, declaró Bolsonaro. “La investigación del golpe es de naturaleza política, no hay nada concreto”, argumentó. “Confío en que el juicio sea técnico y no político, pero nunca consideré salir de Brasil, ni pensé en ir a una embajada”, añadió.
Cuando se le preguntó por las razones detrás de las medidas cautelares en su contra, Bolsonaro respondió que “en mi opinión, el objetivo es la humillación suprema”. Sobre la incautación de 14 mil dólares y 8 mil reales en efectivo en su residencia del barrio Jardim Botânico de Brasilia, afirmó que siempre ha guardado dólares en su casa y que puede justificar su procedencia. No respondió a la pregunta sobre una memoria USB encontrada en un baño de su domicilio: “No tengo conocimiento de ello”.
Jair Bolsonaro debe usar una tobillera electrónica y tiene prohibido salir del Distrito Federal. Además, debe permanecer en su casa de 19:00 a 6:00 horas y durante todo el fin de semana. También tiene vetado acceder a las redes sociales o comunicarse con su hijo Eduardo Bolsonaro o con embajadores y diplomáticos de otros países.
Crédito arquivo Nacional EBC
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