La prevalencia de niños y adolescentes con sobrepeso en Brasil experimentó un aumento entre 2019 y 2021, abarcando la duración de la pandemia de covid-19.
Según un estudio realizado por Observa Infância, el Observatorio de Salud Infantil de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), se registró un aumento del 6,08% en el grupo de niños de hasta 5 años. Entre los de 10 a 18 años, el aumento fue más pronunciado, alcanzando el 17,2%. Es importante señalar que el término “sobrepeso” engloba tanto los casos de sobrepeso como de obesidad. La disminución de la actividad física y una dieta subóptima destacan como los principales factores que contribuyen a los problemas relacionados con el peso.
“A pesar de haber observado un descenso en los últimos años, Brasil sigue registrando cifras superiores a la media mundial y latinoamericana. Durante los años de la pandemia, hemos observado un aumento en las tasas de obesidad infantil, probablemente atribuible al aumento del consumo de alimentos ultraprocesados durante el período de aislamiento”, explica Cristiano Boccolini, investigador del Instituto de Comunicación e Información Científica y Tecnológica en Salud de Fiocruz y coordinador del Observa Infância.
Periodo pospandémico
El panorama comienza a mostrar signos de mejora en el período posterior, de 2021 a 2022, aunque los porcentajes siguen siendo elevados. La prevalencia de niños con sobrepeso disminuyó un 9,5%, y los adolescentes experimentaron una reducción del 4,8% en este periodo. En 2022, la tasa de sobrepeso en niños menores de cinco años fue del 14,2%, mientras que la de los adolescentes se situaba en el 31,2%.
Un análisis histórico indica una tendencia a la baja entre los niños, especialmente después del periodo de aislamiento. Sin embargo, en el caso de los adolescentes, la disminución solo se produjo entre 2021 y 2022. A largo plazo, la tendencia sugiere un aumento del exceso de peso.
En comparación con otros países, la situación de Brasil parece ser más preocupante. En 2022, la prevalencia de niños con sobrepeso en Brasil fue tres veces mayor que la media mundial (14,2% en Brasil frente al 5,6% a nivel global). Respecto a los adolescentes, la cifra nacional en el mismo año casi duplicó la media mundial, registrando un 31,2% frente al 18,2%.
“Atribuimos en gran medida las elevadas tasas de obesidad infantil en Brasil a la falta de regulación de los alimentos ultraprocesados en el país. En octubre de 2023, se implementó el nuevo etiquetado frontal en los envases de alimentos procesados, que destaca los niveles de exceso de sal, grasas saturadas y azúcares. Los niños son especialmente susceptibles a estos productos, y anticipamos que la aplicación de esta política tendrá un impacto significativo en las estadísticas de obesidad a partir de este año”, señala Boccolini.
Crédito arquivo Nacional EBC
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