El general Mario Fernandes, uno de los acusados en el proceso sobre el intento de golpe, declaró el jueves (24) que visitó el campamento golpista instalado frente al cuartel del Ejército en Brasilia tras la derrota del expresidente Jair Bolsonaro en las elecciones de 2022, pero en la condición de “ciudadano”.![]()
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Detenido desde noviembre del año pasado, el militar fue interrogado por videoconferencia por el Supremo Tribunal Federal, como miembro del llamado núcleo 2 de la acción penal sobre la trama – grupo acusado por la Procuraduría General de la República de planear acciones para intentar mantener ilegítimamente a Bolsonaro en el poder.
Fernandes es señalado como el vínculo entre los golpistas acampados y el entonces gobierno de Bolsonaro. En la audiencia, él confirmó que estuvo algunas veces en el campamento.
“Las veces que fui al Cuartel General, fui como ciudadano, viendo que era importante que el brasileño presentara sus demandas sociales y políticas”, afirmó a un juez auxiliar de Alexandre de Moraes, relator del caso.
El militar también defendió a los manifestantes que estaban en el campamento y dijo que parte de ellos no era golpista.
“Llamar golpistas a todos los que estuvieron el 8 de enero, puedo incluso aceptarlo, pero los que estaban frente a los cuarteles del Ejército entraron allí por varios motivos, incluso para celebrar el encuentro entre patriotas, personas vestidas de verde y amarillo que conversaban sobre los temas del país”, dijo.
“Puñal Verde y Amarillo”
Durante el gobierno de Bolsonaro, el general ocupó el cargo de secretario ejecutivo de la Secretaría General de la Presidencia de la República y fue responsable, según las investigaciones, de la elaboración de un archivo de Word titulado “Puñal Verde y Amarillo”, con un plan “orientado al secuestro o asesinato” del juez Alexandre de Moraes, del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y del vicepresidente Geraldo Alckmin.
En su testimonio, Fernandes sostuvo que el archivo era personal, pero confirmó que ordenó la impresión del documento en una impresora del palacio presidencial.
Sin embargo, dijo que el documento estaba destinado al Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), comandado en aquel entonces por el general Augusto Heleno, quien también es reo. Asimismo, negó que el archivo fuera a ser presentado en una reunión con Bolsonaro.
“La orden fue mía, dada a mi jefe de gabinete, Reginaldo Vieira de Abreu, para que imprimiera seis copias. Esas seis copias fueron impresas. Su objetivo era presentarlas al GSI, que doctrinariamente era responsable por la creación del gabinete de crisis”, dijo.
“No se trataba de la crisis que la Procuraduría piensa que era. Podría ser cualquier otra crisis. Era una asesoría de apoyo, en este caso, al general Heleno, que es un gran amigo, un gran mentor. No tenía nada que ver con presentarlo a Bolsonaro”, completó.
Acción penal
El interrogatorio de los reos es una de las últimas etapas del proceso penal. Se espera que el juicio que decidirá sobre la condena o absolución de los acusados del núcleo 2 ocurra en el segundo semestre de este año.
La denuncia de la Procuraduría sobre la trama golpista fue dividida en cuatro núcleos. El núcleo 1, formado por el expresidente Jair Bolsonaro y otros siete acusados, fue interrogado el mes pasado. Esta parte del proceso está en la fase de alegatos finales, la última etapa, y debe ser juzgada en septiembre.
Crédito arquivo Nacional EBC
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